Una de las grandes diferencias entre el judo y otras artes de combate es que en el judo, todos los atletas, incluso los que son rivales, son también amigos y compañeros de todos los demás.
Forma parte de la tradición del judo que antes de las grandes competiciones, como los campeonatos mundiales o los Grand Prix, se organicen campos de entrenamiento en los que participen todos los atletas. Y no sólo participan, sino aprovechan esta oportunidad para conocer a sus rivales, entrenar con ellos, aprender otros estilos de judo y trabajar juntos, unos con otros, en beneficio mutuo.
No hay técnicas secretas. No hay ego. Nadie intenta hacer daño al otro. En las concentraciones internacionales, los atletas tratan de dar lo mejor de sí mismos, por supuesto, cuidando de no lesionarse y de participar en las competiciones en su mejor forma.
Como Jigoro Kano dijo una vez sobre los samuráis, en el judo buscamos mantener el espíritu de los verdaderos samuráis del pasado: el de desarrollarse física y mentalmente para ayudar a los demás, ser cortés, ser amable y prosperar mutuamente con los demás y la sociedad.
En octubre tendremos el Campeonato Mundial de Judo en Tashkent. Así que todos los atletas ya se están preparando. Vea en el siguiente vídeo el verdadero espíritu del Samurai en la práctica del Judo. Donde los atletas entrenan no sólo sus técnicas, sino la cortesía, la amistad y la prosperidad mutua.
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