El judo es un arte marcial, un deporte, un sistema de defensa personal, pero no es solamente eso. El judo fue creado por Jigoro Kano -filósofo, educador y político- principalmente como un sistema de educación física, mental y moral. Por lo tanto, no es posible hablar de judo si no se está hablando de inspirar a los demás, de ser un ejemplo para los demás, de beneficiar a los demás. El egoísmo, las palabras vacías, los prejuicios y la exclusión son palabras que no encajan con la filosofía y la vida de un judoka.
En las últimas semanas, se han realizado algunos eventos importantes precisamente para mostrar cómo el judo puede inspirar a niñas y niños de todo el mundo, inspirarlos no sólo a querer ser atletas, sino a querer ser mejores personas.
Uno de estos eventos fue el combate entre un niño de ocho años, Muhammed Shahverdili (AZE), y Saeid Mollaei, durante el Grand Slam de Judo en Bakú. Es cierto que se trataba de un combate de demostración, pero este combate tuvo lugar durante un importante evento internacional de judo, al que asistieron grandes atletas y un excelente público.
Como escribí en un texto anterior sobre el Torneo de Judo Infantil Bushido México 2022, las competiciones de judo son fundamentales para la educación de los niños y el desarrollo de valores personales y morales. Ahora imagina cómo se habrán sentido todos los niños que vieron este combate en directo, de un niño de ocho años con uno de los mejores judokas de la actualidad. Vea el combate en el siguiente vídeo:
El segundo evento fue la gira de historias de judo organizada por la Federación Internacional de Judo. En esta primera edición, el judoka brasileño Flávio Canto tuvo la oportunidad de visitar escuelas y dojos para contar sus historias y experiencia en el judo.
Para los que no lo sepan, Flavio Canto fue el fundador del Instituto Reacción, un proyecto social que ya ha impactado en la vida de más de 20.000 personas que viven en las comunidades más pobres de Río de Janeiro. Una de las personas más famosas que pasó por el Instituto Reação fue la campeona olímpica y bicampeona mundial de judo Rafaela Silva.
Como describe Jigoro Kano en su texto sobre el judo y el espíritu samurái, la práctica del judo no debe ser sólo con el cuerpo, sino con el corazón. Debe ser una práctica con intereses nobles, justos, y con el propósito de inspirar a todos los que nos rodean, especialmente a las niñas y niños, los responsables de las próximas generaciones, a ser mejores personas para construir un mundo mejor.
¿Y usted? ¿Cómo inspira a las personas que le rodean?
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